miércoles, 20 de abril de 2011

Londres sin neblina


Tras una noche brumosa y despejándose la niebla; Londres se descubre ante nuestros ojos con la claridad  de una fantasia de Lewis Carrol: jardines, céspedes, árboles y fuentes descubiertos entre los vericuetos de las calles  orilladas a los meandros del Río Támesis.
Cuantos fantasmas -de esos que se crearon en el ingenio de Charles Dickens- deambulan entre los escaparates y cajas de frutas expuestas sobre  la calle.
Londres ofrece a sus millones de visitantes anuales los atractivos mas diversos: tantos de su época medieval, de su revolución industrial, su período Victoriano hasta de los rescoldos del rock y blues de sus bandas actuales.
El teatro de Sheaskpere, los musicales de Lloyd Webber, el golf, el futbol. Cada visitante tiene su propia razón para venir….. y siempre es una, muy buena razón.

Gonzalo Angulo

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