viernes, 15 de abril de 2011

New York New York


Otra manera de admirar la opulenta belleza de New York es: desde el mar y a bordo de un crucero; recordando la llegada de la inmigración europea del siglo XIX en su arribo a la Isla de Ellis a la vista de la magnífica Estatua de la Libertad. Este paisaje tan encantador no tiene la misma carga emotiva que la de aquellos viajeros que esperanzados se aventuraron a emigrar de sus orígenes a este país que les brindó una cortés y mesurada bienvenida.

Aquellos emocionados inmigrantes ayudaron a  forjar con la fuerza de su trabajo, su inteligencia y templanza;  una ciudad cosmopolita, heterogénea, multi étnica capaz de organizar y extender una parte de sus orígenes en los barrios de Manhatan donde se asentaron, en un collage  de colores y formas singulares.
Esa nueva generación también nos entregó su talento musical: la música clásica, el jazz, el blues, la música celta, e incluso los ritmos latinos nos permiten escoger de entre tantos espectaculos musicales como teatrales.
Cualquiera medio que escojamos para pasear por puentes, avenidas o aceras, a pie, bicicleta o taxi serán modos diversos de comunicarnos por una ciudad que de si. Es toda una odisea conocer.
Gonzalo Angulo

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